La hora de los traidores de España
[ESTE TEMA COMENZÓ A EDITARSE EN AGOSTO DE 2010, PERO POR UN PROBLEMA DE UNA ADICIÓN DESAPARECIÓ, POR LO QUE SE HA REEDITADO DE NUEVO EN MARZO DE 2013].
Quién no ha escuchado o leído en estos últimos años a esos traidores y
mercenarios (cobran por ello en los medios de comunicación) eso de: “Si
Cataluña se quiere separar de España que se separe y así todos estaríamos
mejor”. “Si las Vascongadas se quieren separarse de España …”. “Si Galicia se
quiere separar de España…”. Esos traidores mercenarios quieren que creamos que
el proceso iba a ser igual que lo sucedido entre Chequia y Eslovaquia, o más
recientemente Montenegro; es decir, una ruptura definitiva y amistosa, algo así
como esos matrimonios que se divorcian pero siguen siendo muy buenos amigos.
Pero
hay dos cosas que esos traidores y mercenarios no quieren decir:
a)
Que la ruptura seguiría produciéndose por la parte más débil o cobarde.
b) Que desaparecía toda legitimidad para
dirigir, organizar o liderar nada.
a)
En el supuesto que se produjera la secesión de Cataluña, no sería el fin de
nuestros males sino el comienzo de males mayores. Cataluña no reclamaría a
Francia su parte norte, por lo que lucharía sería por apoderarse de las
Baleares, parte de Aragón, Valencia, y así hasta San Pedro del Pinatar. ¿Qué
problema ha causado a Francia que antes tenía frontera con las provincias
catalanas y ahora la tiene con las veguerías?
Las Vascongadas no reclamarían los
territorios vascos del otro lado de la frontera, su pretensión sería Navarra,
territorios cántabros, burgaleses y riojanos. Galicia la liaría con León por
los territorios maragatos. Después vendrían las subdivisiones: Gijón no
querría someterse a Oviedo, ni León a Valladolid, Andalucía se partiría como
mínimo en dos zonas, Vegas de Arriba no querría saber nada de Vegas de Abajo; y
así podríamos seguir hasta retornar al pasado, a la España de 1873 rota en
cuarenta naciones.
b) En una España destrozada, en unos restos de la Cosa no habría más
legitimidad que la anarquía, cualquiera y nadie tendría derecho a dirigir,
organizar y liderar en nombre de nada ni de nadie.
Cuando España estaba enfrascada en
destrozarse en cuarenta naciones, Inglaterra y Escocia disputaban en 1873 su
primer partido de fútbol y que según las crónicas finalizó a cero goles. Puede
que siguiendo el ejemplo anterior los traidores digan que no pasa nada si se
celebra un partido de fútbol entre España y Catalunya; pero eso es imposible.
Catalunya podrá jugar contra Euskalerría, Breogán, Magerit , La Mancha o la
Cosa, pero nunca contra España porque España ya no existiría.
Para que comprueben como se las gastan
nuestros fanáticos secesionistas, hace casi 80 años se apareció la Virgen en
tierras vascas hablando en euskera (ver los temas: “Una Señora guapísima”
anunció en 1933 la Guerra Civil española”, “El rechazo a las apariciones de la
Virgen en Ezquioga y sus consecuencias en el pasado, presente y futuro” y
“España destrozada: cuatro apuntes”), y los secesionistas emocionados la
recibieron con los brazos abiertos, hasta que en perfecto español la Virgen
dijo que no sólo venía a salvar a las Vascongadas, sino también a España y al
Mundo. Entonces los fanáticos secesionistas con su clero a la cabeza mandaron a
la Virgen a la mierda, en el mismo tono y énfasis que lo dijo en su día el
actor Fernando Fernán Gómez.
Ángel Manuel González Fernández, agosto de 2010.
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