Si el Papa huye...
Deseo que el lector sepa entenderlo y no se tome mal este escrito, y es que como bautizado en la Iglesia católica uno también tiene derecho a decir sus tonterías.
Se llama Joseph Aloisius Ratzinger Rieger, pero es más universalmente conocido como Benedicto XVI.
A principios de los 70 sabía del tal Ratzinger que era un cura de la Alemania no comunista, y que como experto señor teólogo había participado como asesor en el concilio Vaticano II. Y digo lo de señor porque siempre le vi en fotos con traje y corbata, o sin corbata pero con jersey y chaqueta. También he de confesar que intenté leer varios de sus escritos, como su famoso libro Introducción al cristianismo, pero a las pocas páginas desistí porque me resultaba latoso.
En cuanto a la
vestimenta de los curas he decir que encierra algo más que una simple anécdota,
porque a esos tipos como el cura Ratzinger, cuando se les preguntaba el porqué
no vestían el traje eclesiástico, sotana o alzacuellos, como repetidas veces
había implorado Pablo VI, respondían que lo que dijera el Papa se la sudaban;
bueno, respondían cínica e hipócritamente que ellos obedecían a su obispo, y que su obispo les daba permiso para vestir
como les diera la gana. Eso sí, mutaban inmediatamente el jersey, chaqueta o
corbata a cambio de Poder, por lo que no les importaba disfrazarse y portar
cadena con cruz, anillo, faja, caperuza o lo que hiciese falta, todo por el
Poder, Poder que ellos denominaban y denominan hipócritamente “servicio”.
Avanzamos y ya
teníamos a Ratzinger disfrazado de Papa cuando justo y casualmente hace un año,
el diario italiano Il Fatto Quotidiano
denunciaba en primera página: ”COMPLOTTO
CONTRO IL PAPA ENTRO 12 MESI MORIRÀ” (http://www.ilfattoquotidiano.it/2012/02/09/lesclusiva-fatto-quotidiano-complotto-uccidere-papa/190194/
.http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/10/internacional/1328865559.html).
Y quien lo afirmaba era el cardenal arzobispo de Palermo, Paolo Romeo, e
incluso daba el nombre del sustituto.
Al poco de ser
elegido Papa, en su homilía del 24 de abril de 2005(http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/homilies/2005/documents/hf_ben-xvi_hom_20050424_inizio-pontificato_sp.html),
Benedicto XVI al hablar “de las características fundamentales del pastor (…).
“Apacienta mis ovejas”, dice Cristo a Pedro, y también a mí (…)”, afirmó: “Rogad por mí, para que, por miedo, no huya
ante los lobos”.
El 11 de febrero de
2013 en una Declaratio con fecha 10, Benedicto XVI anuncia su renuncia para el
día 28 de febrero: http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2013/february/documents/hf_ben-xvi_spe_20130211_declaratio_sp.html
A este respecto
recomiendo al lector dos descarnados artículos del polemista Salvador Sostres: El rayo de Dios (http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/guantanamo/2013/02/12/el-rayo-de-dios.html) y A las
ocho de la tarde ((http://quiosco.elmundo.orbyt.es/ModoTexto/salacolumnas.aspx?id=13308063&sec=El%20Mundo&fecha=28_02_2013&pla=pla_11014_Madrid&tipo=5&d=1).
Para el lector que
quiera creerlo y para el elector que no quiera creerlo, hay que afirmar que en
el capítulo 34 del profeta Ezequiel, como palabra dicha por el mismo Dios,
escribe sobre los malos dirigentes o pastores del pueblo de Israel, y el
profeta Zacarías 13: 7 que también es recogido en el Evangelio de Mateo 26: 31
y de Marcos 14: 27 sentencian: “Hieren al
pastor y se dispersan las ovejas”. En este caso al pastor Benedicto XVI
simplemente le han asustado y el hombre ha huido. ¡Pobre rebaño! al que un “pastor necio” (Zacarías capítulo 11)
guiará a la “apostasía” (2ª epístola
a los Tesalonicenses 2: 3) camino del matadero.
“Está escrito”, y para algunos es “palabra
de Dios”, y para escándalo de muchos según Juan 1: 1 y 14: “la Palabra era Dios, se hizo carne y habitó
entre nosotros”.
No quisiera
terminar el escrito siendo duro, pero ni
mucho menos quedar como un tonto que no se entera de nada, por lo que debo
añadir lo siguiente que creo importante.
Benedicto XVI en su
último Ángelus de 24 de febrero de 2013 dijo lo siguiente: “El Señor me ha llamado a “subir a la montaña”, para dedicarme aún más a la oración y a la meditación. Pero esto no
significa abandonar la Iglesia”: http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/angelus/2013/documents/hf_ben-xvi_ang_20130224_it.html.
En resumidas
cuentas y según Ratzinger o Benedicto XVI, no huye de los lobos sino que es el
Señor que ahora le llama a abandonar el
ministerio de Pedro… Pues una de dos: o es un asustado mentiroso que de
verdad huye de “los lobos” –y perdón para los verdaderos hermanos lobos-; o
dice la verdad cuando afirma que el Señor le ha llamado a que abandone el
ministerio de Pedro. Lo que está claro es que cuando Dios llama hay que
obedecer, no por temor sino por amor: “Él
nos amó primero” –esto último es
puro peloteo, por si cuela-.
Al final va a resultar
que a Ratzinger Dios le llamó a ser cura de sotana; luego le llamó a que
vistiese de traje y corbata; luego le llamó a perito en el Concilio; luego le
llamó a ser uno de los teólogos y
docentes que “cortaban el bacalao”; luego le llamó a obispo; luego le llamó a
cardenal; luego le llamó a gran Inquisidor (prefecto de la Doctrina de la Fe);
luego le llamó a Papa; y por último le ha llamado a que deje de ser Papa…
¿Entienden ahora los lectores eso que algunos lelos místicos han denominado
“silencio de Dios”? Dios no está en silencio, simplemente que con algunos se
comunica mucho y con otros nada. No es un reproche a Dios, ¡Dios me libre! Dios
sabe lo que hace y lo hace bien -más peloteo-, y también y esto ya no es
peloteo, porque no olvido la parábola de los trabajadores de la viña (Mateo 20:
1-16), eso del ojo envidioso, “ojo malo”.
El tiempo, o mejor,
“los signos de los tiempos” nos dirán, si Ratzinger huyó de los lobos y optó
por ser un tranquilo jubilado obispo; o si de verdad Dios le llamó por última
vez a encarnarar al “Obispo vestido de
Blanco subir una montaña atravesando una gran ciudad en medio de ruinas,
rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino, y que fue
muerto por un grupo”.
Ángel Manuel
González Fernández, 28 de febrero de 2013.
Comentarios
Publicar un comentario